por Edwin Rodriguez Condori
En la Semana Santa es normal ver una película de temática religiosa. Es algo a lo que ya estamos habituados, pues es parte de una tradición en los canales de televisión. Y sin duda una de las películas infaltables de esta semana es Ben Hur. Y tampoco hay duda en que el clímax de la película con la carrera de los caballos es una de las partes más emocionantes de la misma.
En la Semana Santa es normal ver una película de temática religiosa. Es algo a lo que ya estamos habituados, pues es parte de una tradición en los canales de televisión. Y sin duda una de las películas infaltables de esta semana es Ben Hur. Y tampoco hay duda en que el clímax de la película con la carrera de los caballos es una de las partes más emocionantes de la misma.
Y toda esa escena
fue posible gracias a un hombre llamado Glenn Randall, domador de caballo
profesional quien se encargó de adiestrar a los 78 caballos que participan en
la icónica carrera y quizás fue su mayor reto en su trayectoria profesional.
Tenía que
adiestrar a dos para cada carro. La escena en la que 9 vehículos recorren la
pista ovalada de 3 kilómetros y medio involucraba voltear 5 carros lanzando al
aire conductores y caballos. Lo curioso era que ninguno de esos caballos había
sido utilizado en acrobacias, ni había aparecido en película alguna. Pero esto
no preocupó a Randall.
Lo único que
encontró desafiante de toda la experiencia fue enseñarles a entender órdenes en
inglés y es que los caballos eran de Yugoslavia y Sicilia (isla de Italia) por
lo que no entendían nada. Así que tras largas sesiones logró que los caballos
comprendieran el idioma inglés y lo demás fue solo rutina.
Así que cada vez
que vean esa escena, no olviden que fue posible gracias a que un entrenador se
tomó la paciencia de enseñarles inglés a un grupo de caballos europeos.
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